Estoy otra vez acá repitiendo la misma historia que ya tantas veces viví, estoy en mi jaula de mentiras tratando de ignorar la verdad, simplemente para que no duela y aunque la herida sangre no la parare por que para mi simplemente no existe, hago como que no pasa nada pero afuera hay risas de gente que puede estar aparentando pero no lo se no estoy allí, una vez mas alguien a sustituido mi lugar y como siempre esa persona me supera en todo o por lo menos eso piensa los demás. No, no NOOOOO! No lo voy a creer por más que la realidad lo restriegue en mi cara cada vez mas dolorosa e intensamente, es como apretar una rosa con fuerza y pretender que las espinas no la defenderán. Esa persona sigue allí feliz, la misma de siempre con todo igual, es hostil, fuerte, asecha como felino, se esconde en las sombras como una pantera que desde la penumbra salta para atacar su presa cuando mas débil esta, hiere de muerte pero deja agonizar lenta mente, le gusta ver sufrir, lo disfruta puedo verlo en su cara, en sus ojos negros que con cada triunfo brillan mas y no importa en lo que me convierta estoy condenada siempre a entre sus fauces rogar piedad. Se escabulle entre las praderas con tal agilidad que solo yo se que allí esta esperando a que voltee la cabeza y baje la guardia confiada de que por fin lo he logrado para de un zarpazo derrumbarlo con tal gusto que parecería un delito no dejar que lo hiciese por que seria un pecado que sufriese lo mismo que me ha hecho desde que la vida la vio nacer, del mismo templo que me vio emerger dificultosamente como vivo, gustosamente como lo intento, vigorosamente como lo niego, amablemente como trato, intensamente como vivo y felizmente como intento seguir…
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