Caminante cansado, mente dispersa, boca sedienta, espíritu exhausto y subconsciente en huelga. En medio de la abrumadora oscuridad de la tercera noche en vela, recopilando un ya largo camino de ilegitimas sendas, me encuentro luchando por no perderme en el macabro bosque que hace meces ya me alberga, con un deseo constante de paz, pues el ruido de batallas no cesa, buscando salidas al laberinto extenso que en la penumbra de mis pensamientos reina.
En minutos impasibles y a la luz de innumerables traiciones impuestas la desesperación su alma pone en oferta pues no preside ya de confiar ni en ella, mientras su corazón maldice lo que su venganza apremia y entre lagrimas y gritos con firma la ofensa de la que ya tantas veces fue prisionera, llora, golpea, maldice pero ya todos los sucesos su curso rebelan y tras haber caído, construye un fuerte donde ella cree nada penetra.
Tantas razones tan pocas explicaciones, tantas lágrimas tan pocos consuelos fueron los leños que prendieron fuego a la hoguera. Ritual que obedece a la rabia sin ojos y frustración sin orejas de haber perdido un rumbo en el mundo y el corazón en la guerra de demostrar a los otros que no están solos y que si valían la pena.
Quiere explotar de una vez lo que tanto posterga y enceguecida de ansias anhela su camino rectificar y el rostro poder volver a enseñar a los dos o tres ocupantes del averno que hacen mas fácil su existencia, pero sin volver a confiar en el mundo que la alberga.
Su dolor ya desangrante llora la desgracia que sus actos revelan…ha perdido una valiosa pieza sin la que su melodía jamás estará completa .
Duele mas en el interior saber que hirió y se golpeo a ella misma, que jamás confiara y no volverá alguien al cual solo sonrisas debía, que aun si hubiese faltado a su promesa la misma vida seria la encargada de castigar, pues la justicia jamás en manos de un solo ser debe estar por que así igualdad no revelaría jamás.
Sus ojos vieron un día tras otro al mal triunfar y en soledad al bien agonizar y solo por que no fue como ella esperaba nunca se percato de que el bien se levanto y su espada blandió con solo la verdad como protección haciendo que al infinito mal su aliado mas preciado abandonara, Confundiendo así a la misma traición y quitando el sufijo “in” de el que a continuación seria el perdedor.
Carolina Milán
esto va dedicado a un lobo.
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